miércoles, 28 de abril de 2010

ladino para escuchar

programa en ladino o judeo-español.

Una variante del español que hablaban los judíos en España cuando fueron expulsados de España en 1492, por su aislamiento se ha mantenido mucho tal y como eran, aunque el de esta emisora dudo si es español con vocabularios ladino (como decir con pronunciación y léxico del español de 1492), o si tal cual era el ladino, aunque con los neologísmos adaptados propios.

un saludo.

Angelus Robur Agrestis philologus

jueves, 22 de abril de 2010

¿por qué?

¿Por qué me toca los huevos y me enfurece cuando una cerveza me es servida y tengo que pagarla en Jaén en ese momento y cuando eso ocurre en Sevilla no me ocurre?

¿POOORRR QUÉEEEEEEEEE?

angelus R. A. Giennensis

martes, 6 de abril de 2010

Dies natalis furiosus

Esta es la historia de un cumpleaños con final épico.

Comienza el día, hay clase, después una comida de celebración, y después un rato en los jardines de la facultad de historia con la entrega de regalos al cumpleañero, final del día y todo se acabó.

Podéis pensar, amigos leves lectores, que nada tiene de épico.

Épica es la celebración, épica.

Los regalos se conjugaron cuan estrellas en el firmamento oscuro produciendo un hecho, una casualidad, que nunca más se daría:

por un lado el amor: dos vinilos de CAMEL;
por otro lado la vegüenza ajena: el LIBRO PERSONAL de Alex Ubago.

También, y no menos importante a pesar de lo que digan mis neuronas cerebrales, hay que mencionar KARATE KUNG FU, apasionante guía-manual ilustrado en blanco y negro acerca del impresionante y antiquísimo arte de hacer el panoli en la calle o parecer chachi piruli ante tus amigos. Este libro está en el limbo, sin duda, lo mejor el poema dedicatoria.

Todo ello por separado no hubiera pasado nada, pero entre un astro y otro se encontraba el planeta díscolo, el cumpleañeros.

Ello hizo que su alma se llenara de "epicus furor" (por recordar a Rhapsody, ahora of Fire) y dejara que fluyera su espíritu astral entre los circunspectos que atentos atendían con atención la explosión mítica que se iba a celebrar entre el césped, sobre las piedras.



ANGELUS ROBUR AGRESTIS